miércoles, 4 de diciembre de 2013

LAS 5 W DEL LECTOR JUVENIL
A través de las interrogantes que conforman la noticia periodística: quién, qué, dónde, cuándo y por qué, se repasan de forma descriptiva la identidad, las razones y las condiciones de lectura de los adolescentes actuales. Aunque no lo parezca, los jóvenes leen. El lector juvenil puede ser comprendido como aquel que se sitúa entre el niño y el adulto.
Si nos preguntamos: ¿qué lee? Si está escolarizado, sus profesores lo obligarán a leer algunos clásicos, ya sea de literatura nacional o universal. Aquellos intentarán acercar estos clásicos por medio de la lectura en voz alta de una obra de teatro o la proyección de una película.
Sin embargo, los adolescentes tienen a su alcance  una literatura con temas que puede ser desde neohistóricos, pasando por una narrativa policíaca o humorística hasta llegar a terrenos de la fantasía. El adolescente descubre un universo de lecturas que le llaman la atención, una literatura que escapa del control de los adultos, como los cómics, novelas gráficas, best sellers, revistas, etc.
Si se hace la interrogante sobre ¿dónde lee? Se encontrará que los dos lugares fundamentales donde encuentra libros es en el aula y en la biblioteca. En el aula el alumno se encuentra con textos complejos, que quizás no habría elegido por gusto. Por su parte, las bibliotecas los proveen de la posibilidad de variar y elegir una literatura que los enganche. Es así pues, que la biblioteca es el lugar donde aprende a leer en extensión.
Otra pregunta muy común es: ¿cuándo leen? De manera simple diremos que el adolescente actual ha “roto” con el texto publicado en papel porque es considerado ya un nativo de la era digital. Les cuesta la lectura lenta. Y en comparación a nosotros, se adaptan a mejor a la simultaneidad y la fractalidad que suponen las lecturas en pantalla. Y para finalizar está quizás la pregunta más relevante del tema: ¿Por qué lo leen? En el caso de los clásicos, salvo excepciones, lo leen por obligación. En el caso de libros de literatura, podrá actuar más la curiosidad o la recomendación de un compañero. La literatura de su gusto la eligen porque quieren, porque les gusta y porque se sitúa en un lugar en el que nadie los obliga.
La gran pregunta para el docente es: ¿qué hacemos entonces?, ¿dejamos que sigan con sus canciones, conciertos y cómics de baja calidad? , ¿debemos o no debemos obligar a leer?. Lo que planteamos es crear un nexo de unión entre los textos de su elección y la literatura de calidad. Partir de un tema que puedan convivir dos textos de diferente alcance cultural.

LA FORMACIÓN EN COMUNICACIÓN AUDIOVISUAL ES PRIORITARIA PARA LA CIUDADANÍA DEL SIGLO XXI
Ramón Abreu, profesor, formador y divulgador en comunicación audiovisual  habla de esta como si fuera un viejo sueño porque aduce que actualmente, la competencia comunicativa lingüística y audiovisual, es solo un enunciado que no se concreta en ninguna asignatura, ni profesor, ni horario.
Para Ramón la educación audiovisual va mucho más allá de aprender a hacer funcionar una cámara de video. Tendría tres ejes: conocer el lenguaje audiovisual; escribir en este lenguaje y quizás el eje más importante, analizar de manera crítica todo lo que aparece en las pantallas de cine, TV, internet y redes sociales. Él considera que el análisis crítico de las pantallas comienzan por saber descodificar, interpretar la información; es decir, se trata de dotar a niños(as) de un esquema de observación y de análisis; que a partir de un anuncio de publicidad, por ejemplo, sepan ver cuál es su trasfondo. A su vez, es consciente que ha continuado habiendo una resistencia absoluta de las autoridades educativas a la hora de incluir la educación audiovisual en los currículos y darle una concreción; teniendo como conclusión que existen diversas razones, entre ellas una razón política: la falta de interés por formar jóvenes ciudadanos críticos.
A favor de esta educación se podría decir que se tiene un plus de motivación extraordinario. Trabajar una película, una publicidad o las redes sociales es muy estimulante para los jóvenes porque es hoy por hoy su lenguaje y su mundo, pero más allá de eso, es muy necesaria para poder leer e interpretar nuestro entorno.
Actualmente, también se habla de una fractura digital que este personaje define como la desigualdad entre las personas que saben utilizar las redes y las pantallas, y las personas que, por subdesarrollo o ignorancia, quedan al margen del ordenador, del móvil. Según Abreu, somos analfabetos mediáticos, no sabemos qué hay detrás, cómo se forman los mensajes que nos llegan y eso es grave porque nos vuelve manipulables. ¿Es acaso por eso que la alfabetización mediática tiene un valor social? Para Abreu es un tema estratégico para la democracia. Se desprende de lo dicho líneas arriba que podemos llegar a ser hábiles digitales y al mismo tiempo analfabetos mediáticos, ya que la mayoría de alumnos(as) que hacen tecnología saben de ordenadores y programas, en cambio, no son competentes para utilizarlos como es debido.
Po último, se asevera que el lenguaje audiovisual es poderoso porque es lenguaje habitual y porque toca teclas emocionales de manera muy precisa, esto quiere decir que, cuando hacemos propuestas de audiovisual, la respuesta es asombrosa. Un curso de video o de cine es un bálsamo para ellos: saben de qué hablas, conectan, les interesa.

TRABAJO COOPERATIVO Y TIC: UNA HISTORIA DIGITAL
Los métodos de trabajo se centran en la utilización de diferentes recursos TAC (glogster, blogs, wikis, Photopeach), organizados en bloques según los contenidos, y las actividades se realizan de manera cooperativa; por eso se ha propuesto utilizar la aportación del programa informativo Photopeach, para contar aspectos de la historia enriquecidos con música e imágenes que los alumnos podrán compartir.
Entre los objetivos que se manejan se encuentran: facilitar la comprensión de determinados períodos históricos desde una perspectiva crítica, centrándonos en las informaciones obtenidas a través de las investigaciones realizadas y familiarizar a los estudiantes con la metodología del trabajo cooperativo y de los recursos TIC.
Estos objetivos favorecen el trabajo de las siguientes competencias básicas: tratamiento de la información y competencia digital, competencia de aprender a aprender y competencia comunicativa, lingüística y audiovisual.
De acuerdo a la metodología, esta se basa en el trabajo cooperativo según el modelo de GI Group Investigation, una modalidad que consiste en el planteamiento de pequeñas investigaciones acotadas por el profesor. Esto anima a emplear nuevas técnicas en contenidos de historia.; para la realización de esta práctica se requiere la utilización de un aula con suficientes equipos informáticos con conexión a internet que permita al alumnado la búsqueda de información y la composición de su historia digital a través del programa mencionado.
Con respecto a la evaluación del trabajo, esta se realiza a través de diferentes rúbricas que valoren: la organización y el trabajo de los grupos, la exposición oral, la historia digital elaborada y el trabajo escrito.

A modo de conclusión, se puede decir que como herramienta de trabajo, Photopeach permite crear y organizar diversos tipos de informaciones y contenidos; favorece, sin duda, el trabajo cooperativo y contribuye a crear y explorar nuevas dinámicas dentro del aula, incrementando la motivación y el interés de los estudiantes.

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