LAS 5 W DEL LECTOR JUVENIL
A través de las interrogantes que
conforman la noticia periodística: quién, qué, dónde, cuándo y por qué, se
repasan de forma descriptiva la identidad, las razones y las condiciones de
lectura de los adolescentes actuales. Aunque no lo parezca, los jóvenes leen.
El lector juvenil puede ser comprendido como aquel que se sitúa entre el niño y
el adulto.
Si nos preguntamos: ¿qué lee? Si
está escolarizado, sus profesores lo obligarán a leer algunos clásicos, ya sea
de literatura nacional o universal. Aquellos intentarán acercar estos clásicos
por medio de la lectura en voz alta de una obra de teatro o la proyección de
una película.
Sin embargo, los adolescentes
tienen a su alcance una literatura con
temas que puede ser desde neohistóricos, pasando por una narrativa policíaca o
humorística hasta llegar a terrenos de la fantasía. El adolescente descubre un
universo de lecturas que le llaman la atención, una literatura que escapa del
control de los adultos, como los cómics, novelas gráficas, best sellers,
revistas, etc.
Si se hace la interrogante sobre
¿dónde lee? Se encontrará que los dos lugares fundamentales donde encuentra
libros es en el aula y en la biblioteca. En el aula el alumno se encuentra con
textos complejos, que quizás no habría elegido por gusto. Por su parte, las
bibliotecas los proveen de la posibilidad de variar y elegir una literatura que
los enganche. Es así pues, que la biblioteca es el lugar donde aprende a leer
en extensión.
Otra pregunta muy común es:
¿cuándo leen? De manera simple diremos que el adolescente actual ha “roto” con
el texto publicado en papel porque es considerado ya un nativo de la era
digital. Les cuesta la lectura lenta. Y en comparación a nosotros, se adaptan a
mejor a la simultaneidad y la fractalidad que suponen las lecturas en pantalla.
Y para finalizar está quizás la pregunta más relevante del tema: ¿Por qué lo
leen? En el caso de los clásicos, salvo excepciones, lo leen por obligación. En
el caso de libros de literatura, podrá actuar más la curiosidad o la
recomendación de un compañero. La literatura de su gusto la eligen porque
quieren, porque les gusta y porque se sitúa en un lugar en el que nadie los
obliga.
La gran pregunta para el docente
es: ¿qué hacemos entonces?, ¿dejamos que sigan con sus canciones, conciertos y
cómics de baja calidad? , ¿debemos o no debemos obligar a leer?. Lo que
planteamos es crear un nexo de unión entre los textos de su elección y la
literatura de calidad. Partir de un tema que puedan convivir dos textos de diferente
alcance cultural.
LA FORMACIÓN EN COMUNICACIÓN AUDIOVISUAL ES PRIORITARIA PARA LA
CIUDADANÍA DEL SIGLO XXI
Ramón Abreu, profesor, formador y
divulgador en comunicación audiovisual habla de esta como si fuera un viejo sueño
porque aduce que actualmente, la competencia comunicativa lingüística y
audiovisual, es solo un enunciado que no se concreta en ninguna asignatura, ni
profesor, ni horario.
Para Ramón la educación
audiovisual va mucho más allá de aprender a hacer funcionar una cámara de
video. Tendría tres ejes: conocer el lenguaje audiovisual; escribir en este
lenguaje y quizás el eje más importante, analizar de manera crítica todo lo que
aparece en las pantallas de cine, TV, internet y redes sociales. Él considera
que el análisis crítico de las pantallas comienzan por saber descodificar,
interpretar la información; es decir, se trata de dotar a niños(as) de un
esquema de observación y de análisis; que a partir de un anuncio de publicidad,
por ejemplo, sepan ver cuál es su trasfondo. A su vez, es consciente que ha
continuado habiendo una resistencia absoluta de las autoridades educativas a la
hora de incluir la educación audiovisual en los currículos y darle una
concreción; teniendo como conclusión que existen diversas razones, entre ellas
una razón política: la falta de interés por formar jóvenes ciudadanos críticos.
A favor de esta educación se
podría decir que se tiene un plus de motivación extraordinario. Trabajar una
película, una publicidad o las redes sociales es muy estimulante para los jóvenes
porque es hoy por hoy su lenguaje y su mundo, pero más allá de eso, es muy
necesaria para poder leer e interpretar nuestro entorno.
Actualmente, también se habla de
una fractura digital que este personaje define como la desigualdad entre las
personas que saben utilizar las redes y las pantallas, y las personas que, por
subdesarrollo o ignorancia, quedan al margen del ordenador, del móvil. Según
Abreu, somos analfabetos mediáticos, no sabemos qué hay detrás, cómo se forman
los mensajes que nos llegan y eso es grave porque nos vuelve manipulables. ¿Es
acaso por eso que la alfabetización mediática tiene un valor social? Para Abreu
es un tema estratégico para la democracia. Se desprende de lo dicho líneas
arriba que podemos llegar a ser hábiles digitales y al mismo tiempo analfabetos
mediáticos, ya que la mayoría de alumnos(as) que hacen tecnología saben de
ordenadores y programas, en cambio, no son competentes para utilizarlos como es
debido.
Po último, se asevera que el
lenguaje audiovisual es poderoso porque es lenguaje habitual y porque toca
teclas emocionales de manera muy precisa, esto quiere decir que, cuando hacemos
propuestas de audiovisual, la respuesta es asombrosa. Un curso de video o de
cine es un bálsamo para ellos: saben de qué hablas, conectan, les interesa.
TRABAJO COOPERATIVO Y TIC: UNA HISTORIA DIGITAL
Los métodos de trabajo se centran
en la utilización de diferentes recursos TAC (glogster, blogs, wikis,
Photopeach), organizados en bloques según los contenidos, y las actividades se
realizan de manera cooperativa; por eso se ha propuesto utilizar la aportación
del programa informativo Photopeach, para contar aspectos de la historia
enriquecidos con música e imágenes que los alumnos podrán compartir.
Entre los objetivos que se
manejan se encuentran: facilitar la comprensión de determinados períodos
históricos desde una perspectiva crítica, centrándonos en las informaciones
obtenidas a través de las investigaciones realizadas y familiarizar a los
estudiantes con la metodología del trabajo cooperativo y de los recursos TIC.
Estos objetivos favorecen el
trabajo de las siguientes competencias básicas: tratamiento de la información y
competencia digital, competencia de aprender a aprender y competencia
comunicativa, lingüística y audiovisual.
De acuerdo a la metodología, esta
se basa en el trabajo cooperativo según el modelo de GI Group Investigation,
una modalidad que consiste en el planteamiento de pequeñas investigaciones
acotadas por el profesor. Esto anima a emplear nuevas técnicas en contenidos de
historia.; para la realización de esta práctica se requiere la utilización de
un aula con suficientes equipos informáticos con conexión a internet que
permita al alumnado la búsqueda de información y la composición de su historia
digital a través del programa mencionado.
Con respecto a la evaluación del
trabajo, esta se realiza a través de diferentes rúbricas que valoren: la
organización y el trabajo de los grupos, la exposición oral, la historia
digital elaborada y el trabajo escrito.
A modo de conclusión, se puede
decir que como herramienta de trabajo, Photopeach permite crear y organizar
diversos tipos de informaciones y contenidos; favorece, sin duda, el trabajo
cooperativo y contribuye a crear y explorar nuevas dinámicas dentro del aula,
incrementando la motivación y el interés de los estudiantes.
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